En México, los jóvenes enfrentan una extrema desigualdad en el acceso a espacios de expresión y participación cultural, es decir, a los bienes culturales. De acuerdo con El Universal, por un lado existen jóvenes conectados dentro del sistema por lo que están en condiciones de desarrollo cultural, social, económico y educativo. Por otro lado, la cultura representa algo que no pueden alcanzar la mayoría de los jóvenes del país, situación que promete poco para su futuro. Se habla del anhelo de cultura de diferentes grupos sociales, de jóvenes involucrados e interesados en cualquier tipo de acción creativa y en educación para el desarrollo de una nación.
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